En la carta dirigida a Eugenio Téllez, el remitente expresa su satisfacción por el viaje de este a Chile y manifiesta su esperanza de que la experiencia haya sido mejor que la anterior. Comenta que pronto viajará a San Francisco y procede a contarle cómo le ha estado yendo en la vida. La carta finaliza con el remitente narrando lo que considera fue el proceso de interrogatorio que enfrentó en Chile durante su visita la vez anterior.

En la carta de Fernando Alegría dirigida a Eugenio Téllez, el remitente informa que ha estado buscando comprar una vivienda en Viña del mar en Chile y que, al pasar por una de las casas, se dio cuenta de que era propiedad de Téllez; si las circunstancias lo permiten, podrían convertirse en vecinos. Además, expresa su percepción de que algo está comenzando en Chile. La carta concluye con un saludo y la inclusión del número de teléfono del remitente.

En la carta de Antonio Frasconi dirigida a Eugenio Téllez, se le recuerda a Téllez una conversación previa en la que hablaron sobre la posibilidad de regresar a York para impartir clases de grabado. Frasconi le consulta si considera conveniente que él mismo escriba a York para averiguar si existe alguna oportunidad disponible para enseñar.